24 febrero 2008

Mi febrero

El caso es que hoy volví a encontrarme mirándote fijamente sin poder apartar mi mirada de ti, pensando que no podría cansarme de hacerlo diariamente de por vida, sintiéndome afortunada por tenerte a mi lado en todo momento, sabiendo que todo lo que me rodea funciona en parte a ti, en todo lo que influyes en mí… en todas las fuerzas y las ganas de luchar que sin querer me das… que si yo triunfo es también gracias a ti, a todo tu apoyo incondicional, en tus palabras de ánimo para mis días bajos, esos en los que se me van las ilusiones y me siento agotada, en esos momentos en los que haces que salga a flote y me levanté con más ganas de todo, más ganas de vivir, de disfrutar, de demostrar al mundo que yo soy diferente y que aún siendo así tengo mil cosas para mostrar.
Me complementas, me completas, me das día a día un poquito más de ti, que añado a mí, y así vamos formándonos para avanzar juntos; y es que no hay día que no me sienta afortunada por esta vida que me está tocando vivir, ¡es fascinante!
Y sin darme cuenta recorro tu cara con mis ojos, tu pelo moreno, tu boca apetecible, tu nariz pequeñita, tu barba cosquilleante, tus ojos mirándome…y me dices que no me quieres, ¡qué me amas! Y consigues una vez más que sonría… ¡gracias, gracias de corazón!
Te amo.